carroussel

a veces,
por un deseo furtivo
de acortar  los pasos...
detener  el neón
en el espejismo de lo ilimitado,
invocamos
el fugaz ritual que crepita incendiario,
para que cuando ya no podamos echar mano
a las riendas y  a los lazos,
ni galopar  el inocente carroussel de los caballos descalzos...
nos conduzcan sus reflejos
a  recomenzar-nos,
pero no en el  tejido fractal de los arácnidos
sino en el concéntrico bucle
de los sueños atrapados...

ophelia riu (carmina ral)

 

el dia

distingues en el trazo sobre el lienzo
un día ,de otro día ,de otro día,

ficcionas el momento...

recreando la piel prendida
de aquel tiempo 

y en una disección precisa del detalle
engañas a la tinta urdiendo
nimiedades

pero la vaina tejida entre la seda
no exige la armonía en este verso

sino la trémula voz de un aleteo

 o ...su deceso

ophelia riu (carmina ral)

 

precisiones

cada vez que la cosecha me lleva 

del trigo a la metría,
sucumbo a ese «no» 

colgado entre mis vidas
y transfiero  a  las  ramas disidentes 

la resina con que sello

el esguince preciso de los días...

cada vez que acarició con la espalda de la mano

el torrente que sumerge los derribos

siento que flaquea el armazón definitivo

como explotan de  ceniza los relojes
cada vez que le devuelvo los favores al olvido...

ophelia riu(carmina ral)

cementos

¿cómo lograr  el imprevisto brote

de la flor mortecina?

entreverar el gesto,
que reviva en huso  la rueca vacía...

una jerga concisa
ha precintado el hueco
en la palabra seca
con el idiolecto neutro
de cemento y arena
que en amasijo sella
y concluye  en el tiempo
la quebrada oquedad
a soslayo del viento

y subyuga en la masa el recuerdo,

la imagen esbozada de un coma
sin muerto

ophelia riu (carmina ral)